Asimismo, ya se han intervenido 451 unidades de productos peligrosos de este tipo en lo que va de año. También advierten sobre productos inflamables.
Con la celebración de Halloween llegan también todo tipo de máscaras y disfraces para los más pequeños. El objetivo de la Dirección General de Protección de Consumidores y Usuarios del Gobierno de Aragón es lograr que el "truco o trato" no cause ningún problema de seguridad. Por ello, en el presente año 2018 ya se han notificado 35 artículos relacionados con los disfraces y complementos. Al respecto, se han realizado un total de 1.915 actuaciones y se han intervenido 451 unidades correspondientes a 6 productos.
De esta forma, la Inspección de Consumo llevó a cabo una campaña específica dirigida exclusivamente al control de disfraces para niños en la que controló 45 artículos y se revisó el etiquetado o la presencia de lazos y otros elementos que pudieran suponer un riesgo para la seguridad de los niños. Se constató que el 62% de ellas cumplían estrictamente con los controles y en un 22% de los casos, el fallo consistía tan solo en la omisión de la palabra "advertencia", aunque sí constase la leyenda correspondiente a la misma. En el 95% de los casos se comprobó que no había elementos de riesgo objetivables en la parte alta del disfraz.
Igualmente, Consumo ha alertado sobre los peligros que pueden conllevar elementos como lazos y cuerdas, pelucas y complementos inflamables, así como las caretas y antifaces que no tengan los agujeros de ventilación adecuados.
Desde Consumo recuerdan que las normas que regulan los disfraces para niños pretenden dotarlos de un plus de seguridad y por eso "no solo se deben cumplir las exigencias propias de las prendas de vestir, sino también la de juguetes, ya que son considerados como tales si van destinados a niños entre 1 y 14 años", apunta la directora general de Protección de Consumidores y Usuarios, Ros Cihuelo.
Ros Cihuelo, recomienda "comprobar que los productos tienen el marcado CE, que es prueba de que el fabricante ha tenido presentes todas las condiciones de seguridad". Asimismo, aconseja evitar que los disfraces "tengan lazos o cuerdas en la parte alta del disfraz para evitar estrangulamientos" y, si son para niños menores de 36 meses, "se deben evitar las piezas pequeñas con las que puedan atragantarse".
"Hay que tener en cuenta que las pelucas, barbas y otros complementos pueden estar fabricados con material inflamable y, por ello, no conviene que lo utilicen niños y, en todo caso, se ha de tener presente esa posibilidad evitando los cigarrillos, mecheros o aproximarse a estufas y otras fuentes de calor", añade Cihuelo. Es muy importante "comprobar que las caretas o antifaces tienen los orificios lo suficientemente amplios para que el niño pueda respirar bien", resalta la directora general.