Tras la borrasca Filomena, que ha afectado a toda España y en particular a la capital, sobrevino una ola de frío que mantiene en alerta a muchas comunidades. Las temperaturas por debajo de los 0ºC y el congelamiento de la nieve han obligado a miles de ciudadanos a permanecer en sus hogares, disparando el consumo de energía eléctrica que ha llegado al precio puntual diario más caro de la historia 94,99€/MWh), según el operador de mercado eléctrico designado (OMIE). Por eso Lucera, compañía eléctrica que apuesta por la eficiencia real con energía 100% verde nacional, señala algunas claves para optimizar el uso de la calefacción.
Cada vez consumimos más electricidad en casa y en invierno, la calefacción puede ser responsable de más del 70% del consumo de energía. Sin embargo, hay muchas formas de controlar el uso de la calefacción eléctrica y evitar el despilfarro, sobre todo el de dinero. Puedes poner en práctica algunas de estas recomendaciones de estos expertos:
- No utilizar la temperatura máxima: Lo ideal es mantener los radiadores a 20-21ºC durante el día, ya que por cada grado que aumentemos la temperatura de la calefacción, se incrementa el consumo de energía aproximadamente en un 7%. Mantén una temperatura constante y ten paciencia ayudado por ropa de abrigo, hasta que toda la casa coja la misma temperatura. Durante la noche, que permanecemos abrigados y estáticos, se recomienda bajarla a 17ºC.
- Utilizar termostatos y programación: una buena opción es contar con un termostato digital, ya que son más precisos y se pueden programar fácilmente e, incluso, desde una App en el móvil. Es importante configurarlo para que la temperatura baje mientras dormimos (17º será más que suficiente) o se apague o bajemos a 7ºC cuando no estamos en casa. El uso de estos dispositivos ayuda a mantener la temperatura controlada.
- Aislantes térmicos: el armario no es lo único que hay que cambiar de cara al invierno. Hay que apostar por métodos eficientes que eviten en mayor medida las pérdidas de calor y en consecuencia un mayor consumo eléctrico. Las cortinas, alfombras, mantas y el suelo de parqué son buenos aliados para que no se escape ese calor. De este modo, la casa se mantendrá caliente gracias al calor residual sin gastar de más.
- Mantener la temperatura de confort y por estancias: con una temperatura de entre 19-21ºC en invierno estaremos cómodos en casa y seremos eficientes. En estancias que no se estén utilizando, podemos mantener la temperatura por debajo y así el ahorro será mayor. Existen válvulas inteligentes para radiadores que nos permiten programar diferentes temperaturas para diferentes habitaciones.
- Bomba de calor: es un método eficiente y sostenible no muy utilizado en España, pero cuyo consumo de energía es muy reducido en comparación a su rendimiento. Este sistema puede utilizarse como calefacción y refrigeración e, incluso, para generar agua caliente sanitaria para la vivienda. Además, las bombas de calor utilizan una fuente de energía 100% renovable. Una opción clara para ser eficiente, sostenible y ahorrar energía en casa.
- Desenchufa para ahorrar: es muy importante desconectar los dispositivos al final del día. Algunos artículos electrónicos extraen electricidad de la toma de corriente, aunque estén apagados o en modo «stand-by», por eso se les conoce como «vampiros eléctricos». Desenchufar los dispositivos, (tu ordenador, por ejemplo) no solo te permitirá reducir tus facturas en 7,45€ al año, sino también ahorrarle al planeta hasta 28,5 kg de emisiones de CO2 cada año.
Cámbiate a las luces LED: si aún queda alguna bombilla incandescente, halógena o fluorescente en tu casa, ha llegado el momento de dirigirte con ellas a un punto limpio y apostarlo todo al LED. Con esta tecnología no solo puedes ahorrar hasta un 80% en tu consumo, sino que utilizarás un dispositivo con una prolongada vida útil, que se estima en 20 años de uso diario o 175.000 horas. Además, aportan luz inmediata (sin parpadeos), no emiten y son más respetuosas con el medio ambiente.
Planifica con los datos en la mano: revisa las facturas de al menos los últimos 3 meses y establece cuáles son los patrones de consumo en función de cuántas personas viven en tu hogar. A partir de ahí, interésate por saber si la tarifa que tienes contratada es la adecuada. La tarifa de discriminación horaria te permite precios más bajos en unas franjas horarias en las cuales puedes aprovechar para poner la lavadora, la secadora, el lavavajillas y otros electrodomésticos.
«Ahora que pasamos más tiempo en casa y debemos enfrentarnos a la ola de frío, es inevitable consumir más energía, por eso es fundamental que a la vez que cuidamos el bolsillo, cuidemos el planeta. La sostenibilidad y la eficiencia están relacionadas a reducir las emisiones de CO2. Apostando por modelos de energía limpia y modificando hábitos sencillos en nuestro día a día conseguiremos entre todos un modelo de energía más sostenible y eficiente a la hora de consumir», asegura Jesús Miñana, director general de Lucera.
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