El precio de la gasolinacontinúa subiendo en España al mismo ritmo que crece el malestar social. Cifras de récord que dificultan cada vez más rellenar el depósito del vehículo. Para paliar estos elevados costes, se pueden realizar sencillos gestos que abaraten el consumo en el día a día.
La Dirección General de Tráfico (DGT) establece pautas para una conducción eficiente que reduzca tanto la contaminación ambiental como el uso de carburante. Además, asegura que estos pequeños cambios disminuyen los riesgos de accidente.
Con el objetivo de perseguir el ahorro económico, el organismo incide en aspectos como el modo en el que aceleramos, la capacidad de adelantarse a las situaciones que se producen en carretera o la habilidad para mantener una velocidad constante.
Seguir estos consejos abarata el consumo, pero también evita cualquier imprevisto en el mantenimiento del vehículo, que conlleve a su vez un gasto extra por la reparación.
Uso del aire acondicionado y viajar con las ventanillas bajadas
La DGT apunta al aire acondicionado como uno de los elementos del coche que más impacto tienen en el consumo del carburante. Por esa razón, aconseja que la temperatura se sitúe entre los 21-22ºC. La diferencia entre viajar así o con más grados puede suponer un aumento del gasto de hasta el 12%.
De la misma manera, conducir con las ventanillas abiertas tiene un efecto negativo en nuestro bolsillo. Cuando no se encuentran cerradas, incrementan la resistencia al viento y potencian un mayor consumo de carburante.
Existe la duda acerca de qué opción es mejor si hace calor: ¿hacer uso del aire o prescindir de él para bajar las ventanillas? Esta última opción resulta más factible en núcleos urbanos, mientras que en carretera y a altas velocidades conviene priorizar el uso del aire acondicionado.
La importancia de la carga y su distribución en el coche
Como es lógico, el peso tiene una relación directa con el consumo de combustible. Cuanto mayor es la primera, mayor es la segunda. Sin embargo, no es lo único que influye en el gasto diario de cada conductor.
Una fórmula de ahorro sencilla consiste en la forma de almacenar objetos en el maletero. Debe acumularse solo lo imprescindible, ya que lo contrario resulta poco práctico y solo aumenta la carga.
Para una distribución eficiente, solo hace falta guiarse por la lógica. Los objetos más pesados siempre en la zona central del maletero para no perder adherencia y, por consiguiente, incrementar el gasto. Además, es recomendable prescindir de la baca siempre que no se vaya a portar nada encima del coche.
Mantenimiento del vehículo
El motor y la presión de los neumáticos tienen un efecto directo sobre el consumo. Llevar a punto estos dos elementos facilita una conducción más eficiente y previene de averías graves, las cuales repercuten en un gasto extra considerable.
Aunque la falta de revisiones periódicas es otro de los grandes errores en conductores, es frecuente encontrarse vehículos con una escasa preocupación en cuanto a frenos, filtros o niveles de aceite.
Otros aspectos a tener en cuenta
Para reducir el consumo de combustible se pueden cambiar tanto aspectos relacionados con el cuidado del coche como la propia conducción. La velocidad constante resulta crucial, como también respetar las distancia de seguridad con el coche de delante. Este margen permite reaccionar a tiempo y evitar un frenazo.
De la misma manera, ayudará el manejo de marchas largas para que el vehículo no se revolucione, o frenar con el motor aprovechando el cambio de marcha a la hora de detenerse.
Por su parte, RACE recomienda aprovechar las bajadas para ahorrar y adelantar el cambio de marcha. Lo mismo ocurre con un motor al ralentí, sobre todo en paradas largas en las que el vehículo no necesita tener el motor activo.
El club de automovilistas también resalta otro pequeño truco a la hora de arrancar. Su consejo es que la primera marcha solo sirva para el inicio y se suba a la segunda nada más haber avanzado unos pocos metros. A partir de ahí, continúa el viaje evitando un acelerón brusco y respetando el cambio a bajas revoluciones.