La semana pasada se conoció una sanción por parte de la Audiencia Nacional a la compañía Jazztell por acosar con llamadas telefónicas a un cliente que habían manifestado su deseo expreso de dejar de recibir publicidad. Pero no es un caso aislado: Miles de personas reciben cada día llamadas de las operadoras de telefonía en las que tratan de vender sus productos de manera insistente. Para conocer cómo podemos defendernos hemos hablado en el último SER Consumidor con Jesús Rubí, Adjunto a la dirección de la Agencia Española de protección de Datos.
La noticia ha tenido bastante repercusión más allá de las sanciones. Y curioso es que muchos usuarios han descubierto ahora que existe una lista donde se pueden apuntar para dejar de recibir publicidad no deseada: la Lista Robinson. El propio Jesús Rubí nos comentó que después de la salida a los medios de esta denuncia a Jazztel “las visitas a la lista se había incrementado de 1.500 a 63.000 en un día y las altas pasaron de 500 a 26.700 en esa semana”.
¿Cómo funciona la lista Robinson?
Cualquier persona se puede apuntar en esta lista para dejar de recibir publicidad que no desea, de todos los sectores, incluida la telefonía. Proporciona varias opciones, ya que se puede escoger qué tipo de publicidad quieres evitar: postal, por internet y telefónica. No son exclusivas así que se puede escoger tantas vías cómo se desee.
Jesús Rubí nos explicó que “una vez registrado, hay que esperar tres meses para que se haga efectivo y, pasado ese periodo, si no se ha dado el consentimiento expreso de ofrecer promociones, nadie puede llamar para hacer publicidad ya que las empresas tienen que cruzar su lista con la lista Robinson y eliminar a los que aparezcan en ella”.
Cuándo una compañía se salta la lista Robinson, es decir, llaman a una persona que ha prohibido comunicaciones publicitarias, “la empresa se enfrenta a sanciones que pueden llegar a los 20 millones de euros, dependiendo de la gravedad”, explicaba Rubí.
¿Cómo podemos denunciar estos abusos?
En el caso de que alguna persona quiera que investiguen su caso para ver si es posible sancionar a una empresa, según nos contó Jesús Rubí “hay que proporcionar el nombre de la compañía que supuestamente abusa de la publicidad, el teléfono desde donde se efectúan las llamadas, la fecha y la hora de las mismas y si se ha identificado, el nombre del comercial que ha llamado”.
El problema aparece cuando el usuario, sin darse cuenta, ha dado el consentimiento expreso a la compañía para que le ofrezcan sus promociones. Según Rubí “es muy habitual que los clientes acepten condiciones sin leerlas y en estos casos hay poco que se pueda hacer”. Pero en todo caso aclara que “siempre está el derecho del consumidor a desistir”, y dijo que los trámites se pueden hacer a través de OMIC, asociaciones de consumidores, consumo de las comunidades autónomas o la propia ella mimos cuando se meten dando casos den unciables.
Rubí no nos quiso desvelar cuál es la compañía más denunciada, pero sí nos confirmó que “hay reclamaciones de prácticamente todos los grandes operadores”.
Por último Jesús Rubí pedía a los consumidores “que se informasen sobre los derechos que tiene y las herramientas que están a su disposición para evitar este tipo de abusos”.
Sobre la cuantía de las sanciones, a veces poco diasuarias, como el caso de Jazttel, con 30.000 euros, Rubí dijo que “esta sanción se ha puesto con la antigua legislación, pero la nueva norma europea de protección de datos tiene previstas sanciones de uno a 20 millones de euros, en casos graves, como las conductas persistentes con los usuarios”.
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