Llega el otoño y con él, el frío, los días grises y las bajas temperaturas que invitan a permanecer en casa. Pero con esta nueva estación llega también las temidas subidas en la factura de la electricidad y del gas. Se trata de un gasto importante: 800 euros anuales en el caso de un piso y alrededor de 1.400 en el caso de una vivienda. Para tener controladas las finanzas es necesario preparar la casa para esta nueva temporada.
"Aclimatar una vivienda de cara a la época otoñal y al periodo estival suele incluir acciones básicas como sellar puertas y ventanas, instalar más aislamientos en los áticos y proteger las tuberías para que no acaben congeladas y se dispare el gasto", explica Juan Almansa, director general de Grupo Almansa, especialistas en carpintería de aluminio.
Para lograr evitar estas situaciones, Grupo Almansa propone siete consejos.
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Aislamiento térmico: los muros de las casas no están del todo bien aislados, lo que suele generar pérdidas de calor que se traducen en un mayor consumo eléctrico y de gas. Por ello, habría que revisarlos y valorar su estado.
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Revisar el sistema de calefacción: antes de que lleguen las más bajas temperaturas es necesario cuidar los sistemas de calefacción que estén instalados en la vivienda, purgar los radiadores y vigilar la presión para evitar posibles pérdidas.
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Las ventanas, el imprescindible: evitar las filtraciones de aire a través de las ventanas es una acción básica que permitirá conservar el calor interior, al mismo tiempo que ahorrará la necesidad de elevar el termostato de la calefacción. Por ello, es importante apostar por ventanas de calidad, ya que pueden reducir hasta un 70% las pérdidas energéticas del hogar.
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Utilizar elementos como aislamiento: una buena fórmula es emplear elementos de decoración como aislantes. Es decir, se pueden poner alfombras en grandes espacios, así como utilizar las cortinas como una nueva capa aislante y mantener las persianas bajadas en momentos en los que haya una bajada de temperatura.
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La chimenea, punto limpio y seguro: en el caso de que la vivienda tenga una chimenea, el mantenimiento de ésta debe ser prioritario ya que es imprescindible por propia seguridad. Cada año se debe limpiar y acondicionar solicitando el servicio de un deshollinador, pues el hollín puede encenderse y provocar un incendio.
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Revisar las tuberías: las tuberías ya sean del gas o del agua, si están expuestas a las bajas temperaturas del exterior o pasan por piezas de la casa que no poseen calefacción, corren el peligro de congelarse y estallar. Por esta razón, antes de prender el sistema de calefacción, se debe revisar y si es necesario repararlo.
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Aprovechar la luz solar: aunque se trate de un periodo otoñal no se debe menospreciar el calor que emite el sol. Se trata de una fuente de calor gratuita que puede resultar de gran ayuda para evitar pagar de más en las facturas a final de mes. Con los rayos solares es posible aumentar la temperatura en el hogar de forma natural dejando las cortinas abiertas durante el día para que entre la luz y cerrándolas cuando el sol se ponga para evitar pasar frío.
En definitiva, se trata de combinar la eficiencia y el ahorro económico.
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