Cuando compramos en nuestro barrio o en nuestro pueblo, la primera ventaja es que no necesitamos desplazarnos en coche, por lo que estaremos ahorrando en combustible y estaremos evitando la emisión de gases contaminantes, mejorando la calidad de nuestro aire.

• Al prescindir del coche e ir caminando realizamos actividad física y nos relacionamos con otras personas ayudando a nuestras relaciones sociales. Todo ello redunda en nuestra calidad de vida.

• Los comercios de proximidad y tradicionales, sobre todo los de alimentación, apuestan también por los productos de proximidad. Éstos también contribuyen a fomentar la agricultura y la producción de otros artículos de nuestra zona, favoreciendo su tejido social y la creación de empleo de calidad, además de ofrecer productos autóctonos con unas características propias y las ventajas que reporta su consumo, como:

• Respeto a los ciclos de vida de plantación y maduración de los productos, pues no deben recolectarse con mucha anticipación a su comercialización y consumo.
• Menor distancia de transporte y menor contaminación de CO2
• Menor necesidad de embalaje y sobre empaquetado, pues no deben protegerse para que no se estropeen en largos desplazamientos.
• Nuestra dieta mediterránea, reconocida como muy saludable, se basa en alimentos mediterráneos, producidos, elaborados y consumidos en un entorno común.

• Contribuimos a darle vida a nuestras calles y a fijar la población en las ciudades, conservándose mejor nuestro patrimonio arquitectónico, con lo que se convierten en más atractivas para los visitantes que también pueden hacer sus compras en ellas de productos locales, aportando crecimiento económico.

• La especialización y la atención personalizada son otras ventajas del comercio de proximidad, pues los responsables de los comercios, al vender sólo una serie de productos, suelen conocerlos muy bien y son capaces de aconsejar, resolver dudas concretas y ofrecer al consumidor el que más se ajusta a sus necesidades.

• Evitaremos el consumismo, pues si acudimos a cada establecimiento comprar algo específico es más difícil que sucumbamos a los reclamos que nos incitan a adquirir productos que no necesitamos.

En definitiva, apostando por el comercio de proximidad estaremos siendo consumidores más responsables y sostenibles, contribuyendo a la mejora de nuestro entorno y de nuestra sociedad, además de beneficiarnos personalmente de las ventajas que reporta.

Fuente: ExpresandoSur