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¿Cuenta inactiva? Si no la usas, ciérrala
¿Cuenta inactiva? Si no la usas, ciérrala

Cuando se deja de utilizar una cuenta bancaria, lo mejor es cancelarla: de no ser así, podrías encontrarte con que tienes con la entidad una deuda que ignoras. Cobrar comisiones por descubierto por una cuenta inactiva es una mala práctica bancaria, pero lo cierto es que puede pasar. Evita riesgos.

Las cuentas bancarias son instrumentos imprescindibles para gestionar nuestros pagos y cobros. Pero, ¿qué sucede si dejamos inactiva una cuenta y nos olvidamos de cerrarla?  En OCU hemos recibido consultas de usuarios que, tras abrir una cuenta para un motivo concreto, dejaron de utilizarla, sacaron o dejaron de ingresar el dinero, quitaron domiciliaciones, recibos, etc… pero no llegaron a cerrarla. ¿Qué pasa entonces?

Inactiva =¿cerrada?

Las entidades cobran comisiones por gestión y mantenimiento de cuentas.  Esas comisiones de mantenimiento, en algunos casos, son incluso más elevadas cuando se trata de cuentas "inactivas", con lo que las entidades siguen cobrándolas hasta que se agota el posible saldo. Y entonces, ¿qué? Pues pueden pasar dos cosas: que se entienda la cuenta por cerrada... o que la sigan tratando como un producto activo, una cuenta en números rojos.

En principio, muchas entidades consideran que, al quedarse a cero e inactiva, la cuenta está cerrada. De hecho, así se establece en sus contratos con una cláusula donde se indica que la cuenta se considerará cerrada y cancelada cuando presente saldo cero y no haya recibido ningún apunte al debe o al haber durante un periodo de tiempo o saldo a favor del Banco, aunque sea como consecuencia del cargo de comisiones. De esta manera muchas cuentas inactivas acaban sin saldo y canceladas.

Cobrar por una cuenta inactiva, mala práctica

Sin embargo, la norma permite a las entidades seguir cobrando comisiones de mantenimiento, con lo que la cuenta quedaría en números rojos, lo que puede provocar el cargo de comisiones e intereses por descubierto y por reclamación de posiciones deudoras. Esto se traduce en una deuda que, con el paso del tiempo podría llegar a ser bastante alta. En pocas palabras: si la cuenta no se llegó a cerrar, podríamos encontrarnos con que le debemos dinero al banco, que ha ido cobrando la comisión de mantenimiento del producto… más los intereses del descubierto.

Afortunadamente, el Banco de España considera que cobrar comisiones por descubierto cuando este se ha producido por cargarse comisiones a favor de la entidad es una mala práctica bancaria, pues el cliente no ha usado ese dinero y la entidad no ha prestado un servicio real al cliente que motive el cobro de comisión alguna.

Además, para poder llegar a una situación así, según el Banco de España las entidades deben acreditar que han seguido enviando al domicilio correspondiente los extractos informativos y que han reclamado periódicamente el saldo pendiente a los clientes, evitando así que el usuario se lleve la sorpresa de que tiene una deuda que desconocía.

Tres consejos de OCU

Si ya no vas a usar más una cuenta de la que seas titular, cancélala, para evitar problemas.

En cualquier caso, asegúrate de notificar a cualquier entidad donde tengas cuenta un cambio de domicilio.

Si de repente te exigen el pago de una deuda generada por una cuenta que tú ya creías cerrada, por inactiva, reclama ante el defensor del cliente de la entidad y si no obtienes respuesta, ante Departamento de Conducta de Mercados y Reclamaciones del Banco de España (C/ Alcalá, 48, 28014 Madrid).

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