Las operadoras telefónicas las venden como tarifas sin límites, para llamar y navegar todo lo que quieras. Pero la letra pequeña te dice otra cosa: la mayoría de las tarifas que se anuncian como ilimitadas impone alguna restricción a las llamadas o los datos y muchas incluyen en sus contratos el término “uso razonable”, pero sin definirlo con claridad.
Las tarifas de móvil han ido cambiando a medida que avanza la tecnología: primero a las tarifas de voz con muchas restricciones (llamadas solo a ciertos destinos, solo en ciertos horarios o solo determinado número de minutos) les fueron sucediendo tarifas ilimitadas y ahora son los bonos de datos los que han ido creciendo hasta eliminar los límites. Yoigo fue la primera compañía que presentó en el mercado su tarifa Infinita en 2018 y un año después Vodafone hizo lo propio con sus Ilimitables; pero no ha sido hasta el confinamiento de 2020 cuando hemos visto comercializar tarifas de este tipo a Movistar, Orange, a la recién llegada Virgin y, más recientemente, a Pepephone. ¿Pero de verdad son ilimitadas? ¿puedes guiarte solo por el precio para elegir entre ellas?
El truco del uso razonable
Hemos revisado la letra pequeña de todas las tarifas que se anuncian como ilimitadas para comprobar si realmente lo son o si se trata de una exageración o, incluso, de publicidad engañosa. Y hemos comprobado que la mayoría de las operadoras que ofrecen algún tipo de tarifas ilimitadas incluye en sus contratos el término “uso razonable”, pero sin definir en qué consiste exactamente. Así, queda a su criterio decidir si estás haciendo un uzo razonable de la tarifa o no. Es bastante habitual que, para las llamadas, se indique entre las condiciones que la tarifa es exclusiva para fines particulares y privados (excluyendo un uso comercial) o que no se debe utilizar para funciones como walkie-talkie o vigila-bebés.
¿Y qué ocurre si mi compañía considera que mi uso no es razonable? Pues normalmente facturará aparte las llamadas o gigas que, a su juicio, has utilizado de más, lo que puede encarecer mucho la factura. En casos extremos, si cree que has reincidido tras los avisos, te pueden cortar el servicio o rescindir incluso el contrato.
Por tanto, utilizando este término ambiguo, pueden poner cortapisas a unas tarifas que están anunciando como ilimitadas, con lo que generan falsas expectativas entre los usuarios. Actualmente, si quieres contratar una tarifa móvil ilimitada debes pagar entre 35,95 y 47,99 euros al mes. La tarifa más económica es la de Orange y la más cara, la de Vodafone Ilimitada velocidad máxima. Puedes elegir la tarifa que mejor encaja en tus necesidades en nuestro comparador:
Topes de minutos o de números a los que puedes llamar
Para empezar, las llamadas ilimitadas no incluyen llamadas a números de tarificación especial (80X y 90X), números cortos o servicios Premium, que cuentan con una tarificación adicional y específica. Tampoco incluyen las llamadas a números extranjeros, excepto el roaming en la Unión Europea desde 2017 (en Vodafone se incluye también EEUU).
Además de las restricciones genéricas, algunas operadoras imponen restricciones más concretas, que te conviene conocer para no terminar pagando cargos extra:
En resumidas cuentas, las únicas compañías sin restricciones aparentes en llamadas son MásMóvil, Movistar y Yoigo: no encontramos límites concretos en las condiciones generales y, además, así nos lo confirmaron telefónicamente.
Para los datos, mayor opacidad todavía
En el caso de los datos, encontramos un poco más de lo mismo, aunque con información aún más opaca. Las limitaciones principalmente son a nivel de:
Orange imponía restricciones adicionales al compartir datos desde el móvil por medio del tethering con sus tarifas ilimitadas (10 GB con Go Up y 40 GB con Go Top), pero pronto dejaron de existir. El tethering consiste en usar el móvil como router para proveer de internet al tablet, al ordenador…
Límites claros y sin margen de interpretación
El estudio pone en evidencia que el concepto “uso razonable”, ampliamente utilizado por las operadoras de telefonía, puede generar conflictos pues lo que el usuario entiende por uso razonable puede no ser lo mismo que interpreta la compañía, que tiene la última palabra. Por eso, exigimos a las compañías mayor transparencia y claridad en sus condiciones generales, especificando la cantidad máxima de minutos o gigas disponibles. Solo con una información transparente pueden los usuarios comparar las distintas tarifas y contratar con pleno conocimiento de las características de la tarifa elegida.
Igualmente es inadecuado publicitar una tarifa como ilimitada cuando en realidad tiene topes y restricciones en su letra pequeña, pues puede llamar a engaño a los consumidores. En ese sentido, OCU pide a las operadoras que utilicen otras denominaciones, salvo que la tarifa sea realmente ilimitada.
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