Los electrodomésticos nos hacen la vida más fácil y utilizarlos prácticamente a diario implica un desgaste en los aparatos. Las encuestas de OCU han revelado que la vida media de un electrodoméstico varía según el tipo de aparato:
Las 3 preguntas clave
Si estás pensando en comprar un electrodoméstico para sustituir a otro que aún no ha alcanzado su vida media, te recomendamos que esperes un poco antes de cambiarlo, salvo que respondas "NO" a alguna de estas preguntas:
1. ¿Funciona bien?
Evidentemente, lo más importante es que el electrodoméstico funcione bien. Si no es así, estas son las opciones que tienes en función de si la garantía del aparato sigue en vigor o no:
4. ¿Cubre tus necesidades?
Cuando cambian nuestras circunstancias personales, es posible que lo que antes era perfecto ya no lo sea. Por eso, puede ser que ahora necesites un electrodoméstico con un tamaño diferente o unas funcionalidades distintas.
Si este es tu caso, mira qué opciones tiene ahora el mercado y si lo que ofrece te compensa la inversión del cambio.
3. ¿Es eficiente?
Puede que tu electrodoméstico no sea muy antiguo o funcione bien, pero que sea muy poco eficiente y gaste mucha electricidad o agua.
Según nuestros estudios, el ahorro de energía que supone un electrodoméstico eficiente suele compensar la diferencia de precio con uno menos eficiente, pero no la compra de uno nuevo. No obstante, según qué personas puede ser un motivo que incline la balanza en el caso de estar dudando en cambiarlo o no.
Desde OCU están en contra de la obsolescencia prematura de los aparatos. Por eso, ponen en marcha una campaña en la que se pide a los fabricantes de electrodomésticos que apuesten por productos más duraderos, que se adapten al ritmo de vida real de los consumidores.
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