En los últimos años, en España se asiste a una tendencia descendente en el consumo de leche y productos lácteos. Se observa además una marcada estacionalidad en el consumo de lácteos con un descenso más marcado en los meses de verano. Es una estructura diferente a la del resto de los países de la UE.
El último dato de consumo disponible es el de noviembre de 2016. En este mes se observa un consumo en los hogares de 623.926 toneladas de equivalentes leche. De ellas, 281.253 toneladas correspondieron a leche líquida, 60.352 a leche fermentada y 210.313 a queso como principales productos lácteos consumidos en España, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
España es importadora neta de leche y productos lácteos ya que su consumo interno no es satisfecho con la producción nacional. En todo caso, se observa un progresivo aumento tanto de las importaciones como de exportaciones, manteniéndose el balance comercial negativo.
El grueso de las importaciones de lácteos procede de otros países europeos, entre los que destacan Francia y Portugal. Los mercados de destino prioritarios de las exportaciones españolas son otros países de la Unión Europea, encabezados también por Francia y Portugal.
En 2016 continúa la tendencia ya descrita a lo largo de 2015, de forma que el balance comercial en volumen en España en el mes de octubre de 2016 sigue siendo negativo aunque menos que para el mismo mes del año anterior:
Comparando los datos de los últimos 12 meses (noviembre 2015-octubre 2016) con el periodo inmediatamente anterior, se observa un incremento en el volumen de las exportaciones del 11,6%, mientras que en el caso de las importaciones se produce un descenso del 4,3%. Por otro lado, en relación al valor económico de estas operaciones, se produce un aumento del 2% en el caso de las exportaciones y un descenso del 8% en el caso de las importaciones al comparar ambos periodos.
Fuente: Financial Food