El gasto en restauración ha aumentado en los últimos cuatro años un 3,4%, evolución que se sitúa por encima del avance del consumo doméstico, de un 1,6%, según un estudio realizado por Kantar Worldpanel, a partir de una muestra de 177.000 hogares de varios países, entre los que se encuentra España.
Respecto a la alimentación fuera del hogar, el decrecimiento en el gasto en alimentación, y el aumento realizado en hostelería, se achaca al aumento de la renta familiar y a la tendencia hacia el consumo fácil, al haber menos tiempo para cocinar.
Por lo que se refiere al consumo de alimentación tanto dentro como fuera del hogar se señalan como principales tendencias a tener en cuenta en los próximos años, el aumento de la población, su envejecimiento, más personas que viven solas, mayor poder adquisitivo, una mayor apuesta por los productos locales, por los productos saludables, un consumidor más ligado a las nuevas tecnologías, y, en general, con poco tiempo disponible.
Respecto a la tendencia a una alimentación más saludable, las grasas contenidas en los alimentos lideran la preocupación de los ciudadanos, según datos de abril de 2017. En concreto, a un 74% de los consumidores les preocupa la presencia de grasas saturadas en lo que comen, y a un 70% si contienen aceite de palma en particular. Por detrás, con un 59%, se sitúan los conservantes, y a más distancia el azúcar (46%) y la sal (44%).
En general se observa una mayor apuesta de los consumidores por la opción “veggie”, con un avance en las ventas de frutas y verduras que ha pasado del 13,3% de 2014, al 24,1% en 2017.
En el caso de los alimentos orgánicos, el estudio señala que en España sólo representa el 2,1% del total de alimentos frescos, pero ha tenido un fuerte crecimiento desde 2014, de un 26%.
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