Vamos a recordar unos consejos para reducir en lo posible el consumo en conducción urbana:
1) Conducir de forma suave. Uno de los factores que más aumentan el consumo por ciudad son los constantes cambios de ritmo. Es mejor intentar rodar siempre al mismo ritmo sin frenar o acelerar bruscamente. Utilizar el freno motor para anticipar las detenciones y acelerar suavemente, guiándonos por el indicador de consumo instantáneo si lo tuviéramos, será la técnica recomendada para disminuir hasta un 40% el consumo de combustible en comparación a conducciones más agresivas.
2) Presión de los neumáticos. Aunque no se le suele prestar demasiada atención, es determinante para el consumo. Llevar las presiones correctas o incluso un poco por encima, en unos 0,3 bar, de la recomendada para rodar sin carga nos permitirá ahorrar hasta un 2% de combustible.
3) Renunciar al coche en trayectos cortos. En ellos el motor no tiene tiempo de alcanzar su temperatura óptima de funcionamiento y con el aceite frío gasta hasta 10 veces más en los primeros momentos de rodaje. Si evitamos al cabo del año estos pequeños y frecuentes desplazamientos podremos ahorrar hasta un 12% del carburante total según el tipo de motor.
4) Utilizar si es posible un vehículo cuanto más moderno mejor. En las últimas décadas los motores han ido reduciendo su consumo y sus emisiones de una forma espectacular, en la mayoría de los casos rebajando a más de la mitad sus valores de gasto de combustible.
5) Por supuesto, realizar un buen mantenimiento del coche. El precio de una revisión mecánica de todos los órganos del vehículo se amortiza muy rápidamente pues un motor sucio o fuera de punto puede consumir hasta un 30% más de combustible.
6) Conducir despacio. Mantener la velocidad un poco por debajo de la permitida consigue un gran ahorro a lo largo de los kilómetros. En vías rápidas rodar a una velocidad 10 km/h por debajo del límite puede ahorrar a la larga un 10% del combustible previsto. En distancias cortas o medias, la diferencia de tiempo invertido será insignificante frente al beneficio conseguido.
7) Regular bien el aire acondicionado, o desconectarlo si no es realmente necesario. El uso del aire acondicionado en ciudad puede elevar hasta un 20% el consumo de combustible.
8) Utilizar neumáticos ecológicos de baja fricción. Duran hasta un 30% más que los convencionales y permiten ahorrar hasta 0,2 litros de combustible cada 100 kilómetros. Si vamos a realizar muchos kilómetros será una buena idea hacer números y contemplar la monta de este tipo de cubiertas.
9) Apagar el motor en las detenciones. Hoy muchos coches llevan parada automática y deberemos utilizarla cuando vayamos a permanecer parados más de 20 segundos. Con ello reduciremos el consumo hasta un 5% del carburante que utilicemos en la ciudad, rebajando asimismo de forma significativa las inútiles emisiones con el coche detenido.
10) Optimizar los trayectos ocupando las plazas del coche. Compartirlo y compartir el gasto de combustible en los trayectos cotidianos es una excelente idea para ver reducido drásticamente nuestro presupuesto de transporte y contribuir a que circulen menos coches por la ciudad.