Mucho se ha hablado, y especialmente desde la llegada de la pandemia, del éxito del comercio online. Sin embargo, a pesar de que este modo de compra gana adeptos progresivamente, un 72% de consumidores de todo el mundo declara utilizar las tiendas físicas como su método de compra principal.
Así, según el estudio «Los consumidores lo quieren todo” del Institute for Business Value de IBM y la National Retail Federation, los españoles buscan un comercio híbrido entre las tiendas físicas y las plataformas de venta online. Por ello, los comercios minoristas han de adaptarse para satisfacer estas demandas, integrando experiencias digitales sin abandonar el canal de venta tradicional.
De hecho, este estudio revela que la combinación de compras físicas y digitales es la opción preferida para más de uno de cada cuatro consumidores encuestados. Las principales razones por las que los encuestados se inclinan por el comercio físico son poder tocar y sentir los productos antes de comprarlos (50%), elegir sus propios productos (47%) y obtener los artículos de forma inmediata (43%), aunque lo que buscan los compradores en la tienda varía según la categoría del producto.
Asimismo, el 27% de los encuestados afirma que las compras en formato híbrido son su método de elección, siendo aquellos pertenecientes a la Generación Z (de 18 a 24 años) los que más probabilidades tienen de comprar en ambos formatos, en comparación con otros grupos de edad.
«Si bien los consumidores todavía otorgan un alto valor a la compra tradicional en la tienda, ahora también esperan tener flexibilidad para construir su propia experiencia de compra personalizada, de acuerdo con los comportamientos prevalentes de su rango de edad, las herramientas disponibles y la categoría de productos que buscan comprar», explica Mark Mathews, vicepresidente de Desarrollo de Investigación y Análisis de la Industria de la Federación Nacional de Minoristas. «Este enfoque híbrido supone un cambio fundamental en el comportamiento del consumidor».
La preocupación por el medioambiente también ha cobrado mucha fuerza en los últimos meses. Un 44% de los participantes declara elegir productos o marcas en función de valores como la sostenibilidad, mientras que el 62% está dispuesto a cambiar sus hábitos de compra para reducir el impacto ambiental, frente al 57% de hace dos años.
La mitad de los encuestados dice que está dispuesto a pagar un extra por la sostenibilidad, un plus promedio del 70%. Esto es aproximadamente el doble de la cantidad extra que se registró en el estudio de 2020. Sin embargo, sólo el 31% de los encuestados dice que los productos sostenibles constituyeron la mayor parte o la totalidad de su última compra.
«El estudio muestra que, durante el último año, la sostenibilidad se ha vuelto cada vez más importante para los consumidores, aunque todavía hay una brecha entre sus intenciones y sus acciones, debido a la falta de información en el proceso de compra. Cada vez se está volviendo más esencial que las marcas minoristas ofrezcan opciones sostenibles en cada etapa de la experiencia del cliente”, señala Luq Niazi, director general de Global de IBM Consumer Industries.
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