En menos de un mes llega la Navidad y la tradicional venta de lotería está a la orden del día. Todo el mundo espera tener suerte, busca sus números favoritos, cumple sus rituales y sigue sus supersticiones a la espera de que este año “toque”. 

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha querido dar algunas directrices antes del sorteo para asegurar que, en caso de que haya suerte, no haya que lamentar luego infortunios de última hora.

Por un lado, la OCU ha recomendado guardar los décimos y hacer fotocopias del anverso y del reverso de los boletos que se vayan a compartir, una práctica habitual entre compradores que prefieren rascarse menos el bolsillo. De esta manera, en caso de que resulten premiados, se evitarán problemas y posibles dudas sobre los afortunados. 

La organización también pide a los consumidores que dejen constancia por escrito o en un soporte duradero de la intención de repartir el premio. Resulta que a veces la generosidad se tiene solo con el bolsillo vacío y cuando se llena “las palabras se las lleva el viento”. En caso de conflicto, tener un documento que sirva como prueba puede evitar más de una discusión.

Otra de las experiencias habituales año tras año es la del premiado que pierde el boleto. Qué rápido nos abandona a veces la suerte. En caso de pérdida o robo, la OCU ha recomendado denunciar el caso en comisaría y en Loterías y Apuestas del Estado. Con la denuncia, aseguran, es posible paralizar el pago hasta que el juez resuelva quién es el verdadero dueño.

Cuidado también a la hora de guardar el décimo. Si se estropea o presenta algún desperfecto, el consumidor debe enviarlo a la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado, “que determinará si se puede cobrar el premio”. En caso de estar muy deteriorado, será la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre la que decida. Así que si pretende ingresar el dinero, no trate de recomponer por sí mismo el décimo. Entréguelo en un sobre de plástico para su análisis y ¡que la suerte le acompañe!