El estudio bianual sobre los indicadores de consumo y las condiciones del consumidor, publicado por la Comisión Europea, refleja que cada vez más consumidores de la UE realizan sus compras en línea y que su confianza en el comercio electrónico ha aumentado, especialmente en la compra entre países de la UE. Los minoristas, sin embargo, son reacios a adquirir productos por internet, principalmente por temor al riesgo de fraude o impago.
El estudio se centra en evaluar el conocimiento y confianza de consumidores y minoristas así como el cumplimiento de las normativas y en recoger las quejas y las resoluciones de posibles disputas por malas prácticas comerciales en el territorio europeo. Si bien las condiciones de los consumidores han mejorado en general desde el último cuadro de indicadores, los niveles de confianza, conocimientos y protección siguen variando considerablemente entre los Estados miembros de la UE.
El consumo a través del comercio electrónico se ha duplicado entre los europeos en los últimos diez años, del 29,7% registrado en el 2007 al 55% en 2017. Por otro lado, la confianza de los minoristas a la hora de vender en línea sus productos dentro del territorio europeo es bien diferente. El temor al fraude y las diferencias en las regulaciones fiscales nacionales hacen que sólo 4 de cada 10 de los que actualmente venden en su país a través de Internet se planteen ampliar fronteras dentro del territorio europeo el próximo año.
Otro aspecto reseñable del estudio son los niveles de conocimiento por parte de los consumidores de sus derechos. En comparación con la edición anterior del cuadro de indicadores, los consumidores son más conscientes de sus derechos. En promedio, el 13% de los consumidores son conscientes de sus derechos, cifrando en un 3,6% el aumento desde las cifras obtenidas en 2014.
En cuanto a las prácticas comerciales desleales experimentadas por los consumidores, existe una diferencia abismal entre los países de la UE. Mientras España ocupa el segundo puesto con un 34,5% siendo superada unicamente por Croacia (40,9%), pocos consumidores de países como Austria (3,4%), Irlanda (3,7%) o Luxemburgo (3,8%) experimentan dichas prácticas.
Por ello, y con el fin de hacer frente a los problemas derivados del comercio entre los países de la eurozona para consumidores y minoristas, la Comisión está elaborando una propuesta para actualizar las normas del consumidor y las normas digitales con el fin de, por un lado, garantizar que todos los consumidores europeos sean conscientes de sus derechos y éstos se apliquen correctamente en toda la UE y por otro, armonizar las normas contractuales para la venta en línea de mercancías y para promover el acceso a las ventas en línea en toda la UE.
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