La nueva tendencia más rompedora de las grandes cadenas de supermercados es regresar al pasado. Ofrecer alimentos a granel. Contradicen de esta manera, aunque solo sea parcialmente, la que había sido hasta ahora tendencia imparable del sector: el multiembalaje.
¿A qué es debido este cambio comercial? Me lo explica muy gráficamente Cristina, una amiga entusiasta de este sistema: “Estoy harta de tanto plástico“. Y añade algo muy interesante: “Me gusta elegir yo misma la fruta y la verdura, comprar la cantidad exacta que necesito para no tener que desperdiciar nada, y al venir sin envoltorios me parece mucho más natural, sin tantos aditivos como les ponen ahora para aguantar más tiempo frescos”.
Su visión es la del nuevo consumidor, más concienciado con el medioambiente, por el exceso de residuos, más interesado por la nutrición saludable, más desconfiado hacia el agresivo marketing de la industria alimentaria, más decidido a volver a los orígenes. Y los supermercados lo saben. Por eso también ellos están apostando por el granel de las frutas, las verduras y los frutos secos.
Tendencia imparable
En Alemania o Francia empieza a ser normal la existencia de tiendas de alimentación, e incluso cadenas de supermercados, donde todo se ofrece a granel.
En España empezaron las tiendas de productos ecológicos dedicando una pequeña sección a la venta de frutas y verduras al peso. Luego llegaron los restaurantes vegetarianos que incluyen un pequeño puesto de venta directa de productos de la huerta. Y al final también han llegado los supermercados que odian el plástico bajo el eslogan Zero Waste (Residuo Cero). Todo a granel, incluido aceites, vino, encurtidos y hasta detergentes o limpiadores del hogar. En la página web Vivir sin plástico tienes un mapa donde aparece localizada la mayoría de este tipo de comercios.
Vete ahora a los grandes hipermercados. También allí está imponiéndose el granel, bien es verdad que al mismo tiempo que aumenta la oferta de comidas preparadas y ultra empaquetadas. En el caso de los artículos al peso, eliges la cantidad de producto exacta que se pesa y paga directamente en caja. Como se hizo toda la vida.
Los detractores de esta tendencia niegan mayor sostenibilidad apoyándose en que los envasados en plástico y con atmósfera interior controlada mantienen más tiempo fresco el producto, por lo que al final hay menos desperdicio, más calidad y más control sanitario que en los graneles. Pero no pueden negar los graves problemas ambientales que está provocando tanto plástico, además de que al obligar a comprar cantidades grandes trasladan el problema al consumidor, que será finalmente quien deberá tirar a la basura el alimento sobrante (que ha pagado previamente).
Es una buena reflexión que os traslado a vosotros, queridos lectores ¿Estás a favor de los graneles o lo ves como un retroceso de la seguridad alimentaria?
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