Con motivo del Día Mundial del Agua que se celebra hoy, 22 de marzo, no está de más recordar algunos consejos para ahorrar y evitar fugas de agua en las viviendas. Según la Asociación de Empresas del Sector de las Instalaciones y la Energía (Agremia), poner en práctica estas recomendaciones puede suponer un ahorro de hasta un 50% en el bolsillo de las familias.

Instalación de dispositivos de ahorro en piezas sanitarias

Aunque está muy arraigado en la sociedad adoptar hábitos diarios para no malgastar agua, como ducharse en lugar de darse un baño, no dejar correr el grifo durante el lavado de los dientes o recoger el agua en un barreño para fregar los platos, existen sistemas domésticos que pueden favorecer un ahorro mayor.

Dentro de los dispositivos que se pueden adaptar en piezas sanitarias existentes (inodoro, griferías de baño o ducha), destacan las cisternas de doble descarga (permite un ahorro de aproximadamente el 40% sobre el consumo del aparato original) o griferías monomando disponibles para lavabo, fregadero, ducha y bidé, que son compatibles con otros sistemas alcanzando, según su presión, ahorros de entre el 40 y el 60% sobre el caudal del agua.

Prestar atención al nuevo etiquetado energético en los electrodomésticos

Las nuevas etiquetas energéticas en electrodomésticos, que entraron en funcionamiento el pasado 1 de marzo, no solo informan del consumo eléctrico, sino que también aportan datos sobre el agua utilizada en cada ciclo de lavado. Aunque su clasificación va desde la A a la G, de mayor a menor eficiencia, normalmente los aparatos más eficientes tendrán letra B o C. Y es que, por el momento, la letra A está reservada para impulsar nuevas innovaciones.

Sustituir los contadores antiguos por otros más precisos

Desde agosto de 2020 existe una norma que obliga a cambiar los contadores de agua fría y caliente con más de 12 años de antigüedad por otros más modernos, que además de evitar una lectura imprecisa, buscan un mayor ahorro energético y económico. Los propietarios de este tipo de contadores tienen un plazo de cinco años para sustituirlos por otros más eficientes.

Según la empresa ISTA, con el cambio de contador de agua las familias ahorrarán de media un 15%, unos 35 euros anuales. Calcula que esta medida afectará a tres millones de hogares españoles. Solo en Madrid habrá que sustituir un parque de 600.000 contadores antiguos.

Detección precoz de fugas y análisis predictivo de los consumos 

Los grifos, los inodoros y el cabezal de la ducha, en las viviendas, son los principales elementos sobre los que hay que actuar para una detección precoz de posibles fugas. El asunto no es baladí, ya que los goteos y escapes de los grifos pueden suponer una pérdida de 100 litros de agua al mes, mientras que una fuga en una cisterna por perdida de estanqueidad en la válvula de cierre equivale a consumir 20.000 litros aproximadamente en un mes, según Agremia.

Para comprobar que existen realmente fugas se aconseja cerrar las llaves de paso y examinar si el contador de agua sigue corriendo. También la presencia de humedades en la pared entre el contador y la válvula de paso es otro síntoma de fuga. Es este sentido, también es importante vigilar que los grifos están correctamente cerrados y que el cabezal de ducha no está bloqueado.

En las comunidades de propietarios, el sistema de riego del jardín y la piscina, son los dos elementos más sensibles a las fugas de agua. Para prever este problema, existen dispositivos inteligentes basados en el Internet de las Cosas (IoT) que son capaces de gestionar eficazmente el consumo y establecen patrones de comportamiento entre los vecinos.

Una de las soluciones más recientes es WiWater, desarrollada por los administradores de fincas colegiados Antonio Martínez, Eliseo Mogica y Juan Francisco González, que busca la optimización del agua a través de sensores y patrones de consumo; permite saber dónde, cuándo y cómo se pierde el agua en cada comunidad o vivienda. Gracias a un análisis de datos predictivo basado en el Big Data, esta solución aprende de los consumos de los vecinos y crea un patrón personalizado. De esta manera, las comunidades y viviendas han conseguido ahorrar casi 28 millones de litros de agua en los últimos años.

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