Reduflación: menos cantidad, mismo (o mayor) precio
Mira bien lo que compras... y cuánto compras
El incremento de los precios de la alimentación es una realidad. E incluso productos que aparentemente no han subido su precio en realidad sí lo han hecho: modificando su envase te están dando menos cantidad por el mismo dinero. Triunfa la reduflación.
Es un hecho: llenar la cesta de la compra es cada vez más caro. El incremento de precios de algunas materias primas básicas, sumado a los disparados precios de la energía y los combustibles se dejan sentir en la cesta de la compra.
Inflación al 7,5%, reduflación a la vista
La inflación se sitúa ya en el 7,5% anual, unos valores no vistos en más de 30 años. Ante esto, hay quien trata de disfrazar las subidas de precio, usando trucos que no son más que maniobras de distracción para los consumidores: es lo que los expertos llaman 'reduflación', que engloba a un conjunto de técnicas pensadas para subir precios sin que el comprador repare en ello.
Promociones, ofertas, descuentos irreales
En nuestro último estudio de precios en supermercados ya vimos bastantes ejemplos de productos que aparentemente no suben de precio, pero en realidad si lo hacen, pues lo que sucede es que se cobra lo miso por menos cantidad de producto.
Marcas como Gallo, Danone, Pescanova o Tulipán han recurrido ya a la táctica de mantener el precio a costa de reducir la cantidad de producto de sus envases: así lo denunciamos en bajadas de precio que #Nocuelan, donde mostrábamos algunos ejemplos:
Embutidos: mismo precio, menos gramos
No son los únicos: vemos que marcas como Campofrío o Revilla también lo están haciendo:
El sobre de chorizo Revilla se vende a un precio fijo de 1 euro, como se indica en el envase, pero antes contenía 80 gramos de embutido pero ahora contiene tan solo 70 gramos. Antes tenía 14 lonchas de chorizo… y ahora solo 12.
Campofrío vendía por 1 euro un envase de 110 g de jamón cocido, que hace unos meses paso a ser de 100 g. Ahora, ha lanzado una promoción en la que regala un 10% más ¡sobre un envase que contiene 90 g! El precio sigue siendo 1 euro y, cuando finalice la promoción, tendrá casi un 20% menos de jamón que al principio del proceso.
Sin embargo, al consumidor lo que le llama la atención es el símbolo de un euro, destacado claramente en el envase, que consigue el objetivo: aparenta ser realmente muy barato, dando la impresión de que se mantienen los precios, cuando te están dando bastante menos.
¿Pepsi de 2 litros? Ya no...
Otro caso es el de un conocido refresco, Pepsi-Cola: la botella de 2 litros ha dejado paso a la botella de 1,75 litros. Y el cambio ha coincidido además con un aumento de precios: en 2021 el precio medio de este producto era 1,33 euros y ahora sube a 1,48. La reduflación aqui busca enmascarar un incremento de precios aún mayor, del que el consumidore no se suele dar cuenta.
No piques: compara precios por unidad de medida
Nuestro consejo es que cuando estés llenando tu carro no te fíes sin más de reclamos como “oferta”, “promoción especial”, “descuento”: fíjate en el contenido que muestra el envase o, mejor aún, en vez de comparar el precio por producto o por envase, comparar el precio por unidad de medida, por kilo, por litro o por metro (o 100 ml en los productos cosméticos o de higiene): solo así sabrás cuál es la opción realmente más económica.
Los establecimientos están obligados por ley a mostrar el precio por unidad de medida para así permitir una comparación fiable.
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