El suministro de gas, ya sea mediante bombonas o gas canalizado, es noticia con frecuencia por las estafas de falsos revisores. El miedo que provoca el gas y el desconocimiento de las revisiones son dos factores que favorecen estos fraudes. Para que no te engañen, infórmate de cómo actúan y de las revisiones que hay que hacer.
Llaman a tu puerta y se presentan como trabajadores de empresas de servicios auxiliares o gestores de energía. ¿La excusa? Que la instalación necesita ser revisada para poder seguir contando con el suministro de gas. ¿La realidad? En demasiadas ocasiones su verdadera intención es engañarte.
Al pedirte cifras astronómicas por sus servicios, el problema no es solo económico. Puede ser mucho más grave, ya que la manipulación de la instalación de gas por personal no acreditado para esas labores, puede ocasionar un grave problema de seguridad. Incluso en algunos casos, las visitas realizadas por falsos revisores han sido utilizadas para robar.
Recursos del engaño
Estos son algunos de sus recursos más habituales:
Sin embargo, hay determinadas revisiones que sí son necesarias realizar, y que son las que entre otras cosas nos garantizan la seguridad de la vivienda. Conocerlas te evitará muchos engaños.
Bombonas de butano o propano: responsabilidad del consumidor
Es necesario cambiar las gomas naranjas cada vez que caduquen (llevan la fecha impresa), pero sólo las instalaciones fijas como un calentador o la cocina requieren hacer una revisión cada 5 años. Es responsabilidad del consumidor buscar a una empresa reconocida que haga esas revisiones, acordar un precio y pagar.
La visita sorpresa de especialistas ofreciéndose a cambiar las gomas y hacer la revisión son un claro indicio de fraude, que afecta especialmente a personas mayores que con mayor frecuencia usan las bombonas. Nunca permitas entrar en la vivienda a nadie si no lo has contratado previamente. Una llamada a un vecino o incluso a la policía puede ayudar a resolver la probable “insistencia” de estos supuestos profesionales.
Gas canalizado: la distribuidora cobra la revisión en tu factura
La instalación de gas canalizado debe revisarse también cada 5 años. Desde hace poco, esa inspección la podemos contratar nosotros con la empresa que elijamos, y si nos desentendemos la distribuidora enviará a sus propios técnicos como venía ocurriendo hasta ahora.
Dos elementos son comunes, tanto la distribuidora como el profesional que hayas contratado te deben advertir del día y la hora a la que van a acudir a hacer la revisión, y a ninguno de los dos les debes de pagar en ese momento. Siempre es la distribuidora la que lo cobra en tu factura del gas.
Si alguien acude a tu casa y pese a los avisos, no terminas de verlo claro adviértele de que no vas a pagar nada en efectivo y que te vas a limitar a firmar que ha realizado la visita, pero no cualquier otro servicio extra.
Y si tienes caldera de gas….
Las calderas de gas, al igual que otras instalaciones térmicas, necesitan pasar una revisión que asegure su eficiencia. Esta revisión se debe hacer cada dos años y el consumidor es el responsable de gestionar esta revisión.
Por lo tanto, no debes facilitar nunca el paso de desconocidos que vengan a realizar esta revisión. Si has contratado un servicio de mantenimiento, es probable que incluya esta revisión anual. Debes asegurarte de que el profesional es realmente de la empresa contratada y de nuevo no pagar nada por la revisión al profesional que te visita, salvo que haya que hacer alguna reparación y estés conforme con la propuesta que te haga.
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