Si no quieres que con el calor la comida se convierta en desperdicio, toma nota de estos principios de seguridad y de las temperaturas adecuadas para conservar cada producto. El objetivo es que disfrutar los alimentos y que no acaben en la basura.
Durante las vacaciones tendemos a relajar las costumbres y a descuidar las medidas de higiene. Además, las altas temperaturas propias del verano favorecen el crecimiento de microorganismos en los alimentos y la cadena del frío se puede romper más fácilmente provocando que los alimentos se estropeen con más rapidez en verano. Apunta estas medidas para evitarlo.
10 principios de seguridad
- Extrema tu higiene personal y la de la zona de trabajo siempre antes de manipular alimentos.
- Después de cocinar, refrigera la comida en cuanto deje de quemar. Si vas a tardar en consumirlos, es mejor que optes por congelarlos antes de tenerlos durante días olvidados por la nevera.
- Si sales al campo o la playa, lleva la comida en recipientes muy limpios y herméticamente cerrados. Mantén fresca la nevera o cesta con la comida.
- Las sobras de comida guárdalas en el frigorífico antes de que se prolongue la sobremesa. Si has abierto una lata y quedan restos, cámbialos a un recipiente de plástico o cristal.
- Deja los alimentos tapados y bien protegidos. Evitarás las visitas de los insectos.
- Evita la contaminación cruzada: tablas, platos o cubiertos que hayas usado en alimentos crudos, no los utilices otra vez con los cocinados sin haberlos lavado bien con jabón.
- Recalienta solo la porción que vayas a consumir.
- En la compra, deja para el final los alimentos que necesitan refrigeración y date prisa para volver a meterlos en frío. Si vas a tardar en llegar a casa, mételos en una bolsa isotérmica: así podrás conservarlos sin que se rompa “la cadena del frío”. Una vez en casa, guarda en primer lugar los alimentos congelados.
- Revisa los alimentos de la nevera de vez en cuando y pon lo que tenga próxima la fecha de caducidad o de consumo preferente más a mano. Lo demás puede estar al fondo.
- Dentro del frigorífico, pon carnes, pescados y platos preparados en la zona más fría, y verduras y frutas en la más templada.
Temperaturas para conservar la comida
- En el congelador, por debajo de -18 ºC.
- En la nevera, las carnes y pescados deben mantenerse entre 1 y 4 ºC y el resto, entre 5 y 8 ºC.
- En general, la zona más fría de la nevera es la que está en contacto con el congelador: el estante de arriba en los frigoríficos tradicionales y, en los modelos combi, la parte donde están los cajones para las verduras o justo encima de ellos.
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