El concepto de sostenibilidad y ecologismo ha sido clave para entender los últimos años. La Cumbre del Clima celebrada en Madrid puso sobre la mesa que el futuro será sostenible o no será, pues la emergencia climática es cada vez más grande y cada vez hay menos negacionistas.
No existe un planeta alternativo y por eso la concienciación está ganando peso para que el cuidado del entorno sea más amplio. Ser respetuoso con ello ya no es una moda, sino una obligación que cada vez más personas asumen por una mayor conciencia global que está aumentando.
Así, a pequeña escala, esto pasa sin duda alguna por reducir el nivel de consumo que tienen las personas.
El volumen estratosférico de consumo a lo largo del mundo se ha demostrado que es una de las fuentes de los grandes desastres ecológicos que se han ido produciendo en los últimos años. Sin ir más lejos, las grandes cantidades de plástico en los océanos así lo representan. Por eso, el movimiento en contra de este material es cada vez mayor y el primer paso que muchos dan para proteger el medio ambiente.
Sin embargo, las derivadas del consumismo en el estado actual de la Tierra son muchas. El ciudadano de a pie puede hacer algo si pone su granito de arena en la conservación del ecosistema.
Por eso, hay una serie de pautas para ser sostenible y que además te pueden permitir ahorrar en el futuro.
Ser ecológico fácilmente y de manera consciente
Primeramente, ha de quedar claro que hay factores que escapan de tu control y no puedes evitar. Según los expertos de Self Bank, desgraciadamente “la sociedad todavía no está 100% diseñada para proteger el clima”. Se va avanzando, pero aún existe mucho camino por recorrer. Por ello, la única alternativa es consumir ciertos productos que no son lo mejor para el medio ambiente, pero todavía no tienen un reemplazo sostenible como tal.
Así, lo importante es ser consciente de todo lo que consumes, puesto que abrir la mente hará que cuando existan otras opciones “las incluyas en tu modelo de vida”, concreta José Luis Herrera, analista independiente.
Comprar a granel para ahorrar en envases
Un método muy básico es comprar a granel. Hace unos 20 años era muy habitual comprar a granel las legumbres, verduras, o la fruta. También, era normal ir a la pescadería y la carnicería con el carrito para cargar con todo. Ahora se ha sustituido todo eso por los artículos envasados, que son bastante contaminantes.
Esos envases de plástico tardan cientos de años en desintegrarse y acaban en los mares. Por ello, el nuevo modelo de consumo apuesta por retomar la compra a granel y almacenar en recipientes de cristal. Aún hay negocios que permiten vender con este método. Solo has de localizarlos.
Elimina las bolsas de un solo uso
Asimismo, esto conduce al debate sobre el uso de las bolsas de plástico. Hace mucho tiempo que las tiendas y comercios ya no dan bolsas de plástico de manera gratuita, sino que cobran unos céntimos en función del tamaño. Esto tiene el objetivo de disuadir a los consumidores de cogerlas.
Lo ideal Lógicamente es llevar bolsas de tela de casa, o bien un carrito. Aunque no lo parezca, céntimo a céntimo se ahorra en algo tan contaminante e innecesario como esto.
Compra lo que necesites
Otra recomendación de compra sostenible y ahorrativa es comprar según la necesidad que tengas. Puede que sea más pesado tener que ir cada varios días o una vez a la semana a la compra, pero, a veces, cuando hacemos esas compras mensuales tan gigantes, acabamos comprando de más cosas que luego ni consumimos y que incluso tenemos que tirar porque terminan caducando.
Ya sean compras grandes o pequeñas, lo fundamental es que compres con criterio, teniendo siempre presente que “la sobreproducción de comida es otro de los factores que más está dañando el planeta”, concretan desde Self Bank.
Ahorra en moda
La ropa es el tema más complejo y donde se están tomando más medidas. Principalmente porque es la segunda industria más contaminante del mundo, solo superada por la petrolera. Es causante de la devastación de plantación o ríos y de la emisión de gases nocivos para la atmósfera.
¿Qué se puede hacer desde el punto de vista del consumidor? No destinar dinero a ropa que luego acaba sin utilizar. Según Herrara, deberías adquirir “nuevas prendas sólo cuando las necesites y que sean de alta calidad”. De esta manera, a pesar de que sean más caras que las de bajo coste, si son de tejidos y acabados con más calidad, previsiblemente durarán más y ahorrarás con el paso del tiempo.
Por tanto, el menor consumo de ropa, se traducirá en “menos producción, menos contaminación y, a nivel personal, a largo plazo, un ahorro indiscutible”, concluyen desde Self Bank.
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